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sábado, 18 de octubre de 2014

El mito oscuro

En la segunda parte de la trilogía de Nolan aparece un Batman consagrado como justiciero y salvador de Gotham. Ayudado por el comisario Jim Gordon y el fiscal Harvey Dent tratará de liberar el crimen de la ciudad pero la aparición de el joker, un delincuente atípico, desatará el caos.

Hasta la más simple de las historias puede tener un segundo significado que pueda explicarnos, aconsejarnos u orientarnos sobre un determinado tema. El filósofo francés Roland Barthes define al mito como un habla con un primer orden icónico y un segundo orden connotativo. Es decir que todo puede adquirir un segundo significado. Hoy, voy a hablar del segundo significado de El Caballero Oscuro (Christopher Nolan, 2008), buscando los distintos significados que puedan tener los signos y símbolos que aparecen en la película, siguiendo de esta manera el enfoque estructuralista de Claude Levi-Strauss.

En esta película el bien y el orden es representado por Harvey Dent, el caballero blanco de Gotham. El joker es el agente del caos y del mal y el último símbolo sería Batman, un guardián silencioso y un protector vigilante. La última escena de la película define muy bien estos símbolos. 

El control de Gotham pasa por la figura de Dent. Por este motivo Batman y el Joker luchan por él. Y por ese mismo motivo vale la pena sacrificar cualquier cosa por el bien de la ciudad.


Continuando con la búsqueda de ese segundo significado del que nos habla Roland Barthes, podemos apreciar en la película una relación con el atentado del 11-S. El Joker sería Bin Laden, que crea maldad por placer, intentando demostrar que el mundo se basa en el caos. De esta manera cobra fuerza la idea de que nazca una democracia vigilada por un agente externo, el Batman particular del mundo real. Otra relación del film con la sociedad actual es el apoyo que dan las empresas en busca del poder, como por ejemplo el ex presidente George Bush y las empresas petrolíferos escenificado por el apoyo de Bruce Wayne a Harvey Dent.

Para finalizar y a modo de conclusión, el filósofo esloveno Slavoj Zizek dice sobre la película que "lo verdaderamente inquietante de El caballero oscuro es que eleva la mentira a elemento principal de nuestra organización político/social. La sociedad sólo permanecerá estable, sólo sobrevivirá, si se basa en una mentira. Contar la verdad equivaldría a desintegrar el orden social"

Es curioso la carga política que puede tener una película que en principio no la trata como la temática principal. La importancia de una sociedad organizada es vital para la supervivencia de la misma y por ello da igual como se consiga, aunque no debería ser así.


"Nos lo jugamos todo a una carta y el Joker la ha cogido y la ha hecho añicos" Jim Gordon

viernes, 10 de octubre de 2014

¿Halloween en Navidad?


Cada persona tiene sus gustos, sus costumbres, su cultura. Es algo que nos diferencia del resto. Algo que nos distingue entre los demás. Ralph Linton, antropólogo estadounidense, define la cultura como “la suma de conocimientos y modelos de comportamiento que tienen en común y que transmiten los miembros de una sociedad particular.” Vivimos en un mundo en el que las relaciones entre diferentes países están a la orden del día. Tal es el grado de estas relaciones que en ocasiones se pueden adquirir costumbres o conocimientos ajenos a los propios. Un ejemplo de esto es la incorporación de la festividad de Halloween a Europa, importada por la sociedad estadounidense.

La película de Tim Burton, Pesadilla antes de Navidad (Henry Selick,1993) nos muestra la relación entre dos festividades y culturas opuestas, y cada una de ellas tiene sus propias costumbres e identificadores sociales que manifiestan  sus conocimientos y sentimientos acerca de ellas.  Jack Skellington, rey del mal, cansado de celebrar Halloween todos los años descubre una nueva festividad, la Navidad y se propone crearla el mismo y mejorarla. Su falta de conocimientos acerca de esta nueva cultura hace que las cosas no salgan como deben y se convierta todo en una pesadilla.

Podemos distinguir cada una de las culturas que nos presenta la película gracias a los identificadores sociales, los conocimientos y costumbres que muestra cada ciudad. La ciudad de Halloween es oscura y sus habitantes son terroríficos ya que únicamente pretenden dar miedo y asustar. La ciudad de Navidad es todo lo contrario. Los sentimientos de alegría y  amor rebosan por todos los lugares. Se respira bondad, amabilidad y generosidad. Hay que destacar que los personajes visten acorde con su cultura. Los ciudadanos de Halloween llevan prendas oscuras y siniestras, en cambio, en la ciudad de la Navidad visten colores vivos y bonitos diseños. Este hecho refuerza la distinción de culturas entre ambos pueblos.

Gilles Lipovetsky, filósofo y sociólogo francés, entiende que la moda tiene como función manifestar y sostener la diferenciación social. Es decir, que la vestimenta de los personajes actúa como identificador social y manifiesta su cultura, sus costumbres y sus gustos. Según como vistan los personajes nos pueden servir para saber como son o cuáles son sus gustos o costumbres pero no tienen que significar eso que realmente su ropa sea un claro reflejo de su cultura. Al crear la ciudad de Halloween su Navidad particular se produce un caos absoluto. Esto se debe al intento adoptar una cultura que no es la propia y no conocen. No tienen los conocimientos adecuados para llevarla a cabo. Y aunque sus prendas digan que están celebrando la Navidad, su mentalidad y sus actos no lo corroboran.

En resumen, la ropa es un elemento que nos permite manifestar nuestros gustos, cultura y hagamos  con ella distinción de nuestro grupo social. Aunque esto no quiere decir que no podamos llevar otro tipo de vestimenta que los contradiga. En conclusión, la indumentaria es un elemento identificador social pero no definitivo. Podemos distinguir a la gente por su vestimenta pero, en esta película, no podemos distinguir su verdadera cultura por ella. El hecho de que Jack Skellington quiera celebrar la Navidad hace que casi termine destruyéndola debido al bajo o casi nulo conocimiento de esa cultura.


"Sorprendido, ¿verdad? Eso es normal" Jack Skellington

sábado, 4 de octubre de 2014

La realidad de la palabra

Se dice que la esperanza es lo último que se pierde, pero aun así es difícil mantenerla aunque aun más difícil es generar optimismo en las situaciones más adversas. Hoy voy a hablar de La vida es bella (Roberto Benigni, 1997), una película capaz de crear esperanza y optimismo hasta en las situaciones más complicadas.

La película nos cuenta la historia de Guido, Dora y Josué, una familia italiana judía, que es internada en un campo de concentración durante la II Guerra Mundial. Allí, Guido hará lo imposible por salvar a su esposa y mantener vivo a su hijo Josué haciéndolo creer que todo forma parte de un juego.

En una entrevista Benigni dijo: “Decidí que no relataría ningún hecho real ni mostraría escenas violentas, ese es otro estilo, quería hacer una fábula amarga, donde se realzara el amor y el coraje, una película bella; por encima de todas las cosas, bella”. Y vaya si lo consiguió. La comunidad ítalo-judía acabó encantada con la película a pesar de haber tenido sus dudas en un primer momento.

Ya lo decía Borges, la palabra es una elemento con capacidad de crear una realidad. Y precisamente eso es lo que ha hecho Roberto Benigni en La vida es bella, crear una nueva realidad con un nuevo significado para mantener a salvo algo que era muy importante para él: la ingenuidad, la inocencia y la sencillez de la niñez.

No hay nada más grande que el amor de un padre por su hijo. Y no hay nada que un padre no quiera hacer por su hijo. Crear una nueva realidad para mantener el espíritu de un niño y su inocencia pueden hacernos mantener viva la llama de la esperanza. Y no solo eso, pueden seguir vivos dentro de nosotros aunque seamos adultos, utilizando como único elemento la palabra para dar nuevos significados a las cosas.  Un elemento que puede parecer inofensivo pero que esta película demuestra que es muy poderoso.



"¡Mamá!, papá me lleva en carretilla pero lo hace fatal. Me hace morir de risa. Vamos los primeros. ¿Cuántos puntos tenemos hoy papá?" Josué